¿Qué es el colesterol?
Casi todas las células de nuestro cuerpo pueden producir colesterol. Las células del hígado, solas, producen 50 quintillones de partículas de colesterol por segundo y almacenan el 70% de ellas en la vesícula, en forma de sales biliares.
El colesterol no es un alimento, sino un transportador. Cuando ingerimos grasas, la vesícula envía colesterol al duodeno (parte inicial del intestino delgado), para transportarlas hasta la sangre y hasta las células.
Las células absorben la grasa, y el colesterol queda sobrando en la sangre. Ese colesterol puede ser oxidado por los radicales libres, fijándose en las paredes internas de los vasos y provocando inflamaciones. La arterioesclerosis (formación de placas de ateromas en las paredes de las arterias) y el estrechamiento de los conductos sanguíneos pueden ser el resultado final.
¿Cómo controlar el colesterol?
Para ser eliminado de la sangre, el colesterol necesita ser cargado por el HDL2, que es el colesterol “bueno”. El HDL2 solamente es producido por las células mediante el ejercicio físico. Retira el colesterol de la sangre y lo lleva a los intestinos. Si el colesterol permanece en los intestinos, se va a fijar a sus paredes internas y se puede transformar en un factor cancerígeno. Para ser eliminado, se requiere la acción de las fibras.
Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas C y E, betacaroteno, fibras y ejercicio físico son los grandes factores para normalizar el colesterol.
Fuente: Extracto del libro “Viva sin Enfermedad: Una Guía Práctica para Vivir con Salud”, Elisa Biazzi, pág. 219-221. En el capítulo 3 dedicado al colesterol, esta obra incluye una dieta para bajarlo, con un plan de comidas (con sus recetas) y un tratamiento. Podés conseguir este libro con nuestros representantes en todo el país: http://ivca.org.ar/manuales/.